collage
Interior. Casa de Lardner. Día.
La señorita Lardner casca hábilmente un huevo encima de la sartén, lo mira y añade otro. Sabe que dar de comer a Mr Pájaro es como echar agua en un pozo: aunque tiene un apetito descomunal, no engorda.
Mr Pájaro se decide a hablar por fin.
MR PÁJARO: Yo, en fin… En 1978 obtuve el título de doctor en medicina por la Universidad de Londres, asistí después a Netley a los cursos que son de rigor antes de ingresar como médico en el ejército. Cuando terminé allí mis estudios fui destinado al 5º de Fusileros de Northumberland en calidad de médico ayudante…
La señorita Lardner sacude la cabeza. Es imposible tratar de explicarle que un robot es sólo una máquina.
MISS LARDNER (mirando a la cámara y bajando la voz): Nada que sea tan inteligente como un robot puede ser sólo una máquina. Yo los trato como personas.
En eso era terminante. La señorita Lardner pone el bacon, los huevos y las salchichas en un plato y, junto con un humeante tazón de té, lo deja sobre la mesa. Mr Pájaro contempla la comida con satisfacción y
cierta sorpresa.
MR PÁJARO: ¿Qué es esto? ¿Un segundo desayuno?
MISS LARDNER: Estoy segura de que ni siquiera ha tomado un primer desayuno.
La señorita Lardner coge una silla y se sienta frente al robot. Sus miradas se encuentran. Los ojos de
Mr Pájaro son de color azul muy claro, como el cielo invernal.
MR PÁJARO: Entonces, bueno, lo que yo querría saber es… es… (carraspea) si yo he sido su primer gran amor…
MISS LARDNER: Oh… no, no, no, no, ah, oh. No.
MR PÁJARO (al mismo tiempo): Ya, y entonces ¿Quién fue?
MISS LARDNER: Oh, bueno, verá, primero estuvo Dennis, en el Instituto de Chipewa Falls…
Mr Pájaro se deja resbalar desde la silla hasta quedar finalmente sentado en el suelo.
MR PÁJARO (desesperado): ¡Tóqueme el corazón… con el pie!
Miss Lardner se levanta, cierra las ventanas y las persianas, ajusta los pasadores uno por uno, cierra las dos hojas de la puerta de la entrada, gira la llave, coloca la pesada tranca de hierro y sin levantar la voz dice:
MISS LARDNER: Usted no obtuvo su título, ¿Verdad, señor Pájaro?
MR PÁJARO (cubriéndose la cara con las manos): Maldita sea, a… abandoné para dedicarme a los negocios. Mi media académica, dios mío… durante los tres años que asistí, mis notas fueron excelentes. No se imagine cosas raras ¿entiende? Me fue bien en física, por supuesto, y en matemáticas; pero yo creo que sólo por compasión me aprobaron las asignaturas de humanidades.
Por unos instantes la señorita Lardner teme echarse a llorar.
MISS LARDNER: Se ve que ha pasado usted por una experiencia terrible, señor Pájaro. Por favor, recuéstese ahí y cuénteme lo que pueda, pero pare cuando se fatigue y recupere fuerzas con un poco de estimulante.
MR PÁJARO (se levanta y camina nervioso por la habitación): Debe usted saber que soy huérfano y soltero, y que en realidad vivo solo en un apartamento de Londres. Mi profesión es la de ingeniero hidráulico, y adquirí una considerable experiencia durante los siete años de aprendizaje que pasé en Venner and Matheson, la conocida empresa de Greenwich. Hace dos años hum… decidí establecerme por mi cuenta y alquilé un despacho en Victoria Street… (Ha llorado un poco y se limpia la cara mojada con un pañuelo). ¡Cielo santo! Supongo que emprender un negocio independiente es una experiencia terrible para cualquiera. Durante dos años no he tenido más que tres consultas y un trabajo de poca monta. Todos… todos mis ingresos se reducen a veintisiete libras y diez chelines. Yo, yo, ah… (sonríe) yo fui un niño probablemente feliz.
MISS LARDNER: El pasado es siempre desagradable. El futuro es mucho más importante. Dígame ¿Le hubiera gustado ser rey de Babilonia?
MR PÁJARO(exhala un profundo suspiro): Sí.
MISS LARDNER (acariciándole la cabeza): Entonces, mejor diremos que fuiste rey de Babilonia.
La señorita Lardner casca hábilmente un huevo encima de la sartén, lo mira y añade otro. Sabe que dar de comer a Mr Pájaro es como echar agua en un pozo: aunque tiene un apetito descomunal, no engorda.
Mr Pájaro se decide a hablar por fin.
MR PÁJARO: Yo, en fin… En 1978 obtuve el título de doctor en medicina por la Universidad de Londres, asistí después a Netley a los cursos que son de rigor antes de ingresar como médico en el ejército. Cuando terminé allí mis estudios fui destinado al 5º de Fusileros de Northumberland en calidad de médico ayudante…
La señorita Lardner sacude la cabeza. Es imposible tratar de explicarle que un robot es sólo una máquina.
MISS LARDNER (mirando a la cámara y bajando la voz): Nada que sea tan inteligente como un robot puede ser sólo una máquina. Yo los trato como personas.
En eso era terminante. La señorita Lardner pone el bacon, los huevos y las salchichas en un plato y, junto con un humeante tazón de té, lo deja sobre la mesa. Mr Pájaro contempla la comida con satisfacción y
cierta sorpresa.
MR PÁJARO: ¿Qué es esto? ¿Un segundo desayuno?
MISS LARDNER: Estoy segura de que ni siquiera ha tomado un primer desayuno.
La señorita Lardner coge una silla y se sienta frente al robot. Sus miradas se encuentran. Los ojos de
Mr Pájaro son de color azul muy claro, como el cielo invernal.
MR PÁJARO: Entonces, bueno, lo que yo querría saber es… es… (carraspea) si yo he sido su primer gran amor…
MISS LARDNER: Oh… no, no, no, no, ah, oh. No.
MR PÁJARO (al mismo tiempo): Ya, y entonces ¿Quién fue?
MISS LARDNER: Oh, bueno, verá, primero estuvo Dennis, en el Instituto de Chipewa Falls…
Mr Pájaro se deja resbalar desde la silla hasta quedar finalmente sentado en el suelo.
MR PÁJARO (desesperado): ¡Tóqueme el corazón… con el pie!
Miss Lardner se levanta, cierra las ventanas y las persianas, ajusta los pasadores uno por uno, cierra las dos hojas de la puerta de la entrada, gira la llave, coloca la pesada tranca de hierro y sin levantar la voz dice:
MISS LARDNER: Usted no obtuvo su título, ¿Verdad, señor Pájaro?
MR PÁJARO (cubriéndose la cara con las manos): Maldita sea, a… abandoné para dedicarme a los negocios. Mi media académica, dios mío… durante los tres años que asistí, mis notas fueron excelentes. No se imagine cosas raras ¿entiende? Me fue bien en física, por supuesto, y en matemáticas; pero yo creo que sólo por compasión me aprobaron las asignaturas de humanidades.
Por unos instantes la señorita Lardner teme echarse a llorar.
MISS LARDNER: Se ve que ha pasado usted por una experiencia terrible, señor Pájaro. Por favor, recuéstese ahí y cuénteme lo que pueda, pero pare cuando se fatigue y recupere fuerzas con un poco de estimulante.
MR PÁJARO (se levanta y camina nervioso por la habitación): Debe usted saber que soy huérfano y soltero, y que en realidad vivo solo en un apartamento de Londres. Mi profesión es la de ingeniero hidráulico, y adquirí una considerable experiencia durante los siete años de aprendizaje que pasé en Venner and Matheson, la conocida empresa de Greenwich. Hace dos años hum… decidí establecerme por mi cuenta y alquilé un despacho en Victoria Street… (Ha llorado un poco y se limpia la cara mojada con un pañuelo). ¡Cielo santo! Supongo que emprender un negocio independiente es una experiencia terrible para cualquiera. Durante dos años no he tenido más que tres consultas y un trabajo de poca monta. Todos… todos mis ingresos se reducen a veintisiete libras y diez chelines. Yo, yo, ah… (sonríe) yo fui un niño probablemente feliz.
MISS LARDNER: El pasado es siempre desagradable. El futuro es mucho más importante. Dígame ¿Le hubiera gustado ser rey de Babilonia?
MR PÁJARO(exhala un profundo suspiro): Sí.
MISS LARDNER (acariciándole la cabeza): Entonces, mejor diremos que fuiste rey de Babilonia.
(más tarde Fabio escribió "De cómo fue la verdadera historia de Lord Wolfram y Lady Lardner y otro tipo de declaraciones durante una espera", y más cosas):
http://agradocero.blogdrive.com/archive/cm-8_cy-2008_m-8_d-4_y-2008_o-50.html
La referencia musical viene de la mano de Fat Boy Slim, Bird of Prey (o los altos vuelos de Mr. Pájaro).
No hay comentarios:
Publicar un comentario